domingo, 10 de agosto de 2014

El Mañungo

La sensibilidad, y letras de las canciones de Tito Fernández, siempre me han maravillado, me han dado nostalgia, otras me alegran mucho, y muchas me emocionan al infinito.

Y bueno, les dejo éste tema que es muy hermoso; y lo dejo en el "Día del niño", para que todos como padres, tíos, familiares den el ejemplo e incentiven a sus hijos o sobrinos, nietos a ser buenos amigos, a compartir, a respetar y querer a su compañero. A todos por igual, también al pequeño que tiene síndrome de down, al compañerito que padece cáncer, o un amiguito que está en silla de ruedas, al vecino que es "diferente". A todos los niños de nuestro país de norte a sur, de mar a cordillera, para que sean felices, hoy en su día, y siempre...

¿Conocieron al Mañungo?, seguramente que no.
Era un "cabro de mi barrio, que en mi época de niño, conocí en una "pichanga".

Que jugábamos un día, con los "cabros" de la cuadra, que está detrás de la mía.
Parecía siempre enfermo, porque tosía y tosía, y por eso en la "pichanga", casi nunca lo ponían.

Decían que era muy flaco, que pa' chutear no servía, y que si alguien lo "trancaba" no aguantaba y se caía.

Nunca fue amigo de nadie, porque nadie lo quería,
y cuando después de clases armábamos la "partida", él se quedaba mirando,
desde afuera de la cancha, esperando la "revancha", para ver si lo "ponían".

Y parece que lo veo, mirándonos "pichanguear", con las manos en su espalda, la pena disimulaba,
aunque a veces no aguantaba, y , casi a punto de llorar, miraba como diciendo:
"yo también quiero jugar".

Era "derecho el "Mañungo", y el día que me "agarré"
fue el único que a mi lado, a "puñete" y puntapiés, me defendió como pudo
y aguantó mejor que yo, la paliza que nos dieron, entre todos a los dos.

Perdonen si les aburro, contándoles éstas cosas, 
pero amigo como aquel, no he vuelto a tener jamás
fue por eso que lloré, como hombre que era y que soy, 
el día que, para siempre
se lo llevó la tos.

El Mañungo fue mi amigo, y por eso lo recuerdo
si a veces casi lo veo, cuando me pongo a pensar
allá afuera de la cancha, su pena disimulada, 
diciendo con la mirada, y casi a punto de llorar.
¿Muchachos, que es lo que pasa?
Yo también quiero jugar.

Es importante, valorar, y educar a los niños de hoy, para que crezcan felices, con valores de amor y amistad, que ojalá se erradicara el "bullying" y así, tengan los mejores recuerdos de niñez y sean mejores hombres y mujeres el mañana.

Estela.

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